El brisket es un corte de carne de res que requiere paciencia y técnica para lograr una textura tierna y jugosa. Ideal para ahumar, este corte se cocina a fuego lento por varias horas para lograr un resultado espectacular.
Antes de cocinar, es recomendable aplicar un «rub» seco con sal, pimienta, ajo en polvo y paprika. Luego, se ahúma a baja temperatura (110ºC) durante al menos 10 horas. Durante la cocción, se puede rociar con jugo de manzana o caldo para mantener la humedad.
El resultado es una carne jugosa con una corteza crujiente y llena de sabor. Se sirve en rebanadas finas y acompañado de pan de maíz y ensalada de col.